Las caídas son la segunda causa mundial de muerte por traumatismos involuntarios.
Se calcula que anualmente fallecen en todo el mundo unas 684 000 personas debido a caídas y que más de un 80% de ellas se registran en países de ingresos medianos y bajos.
Los mayores de 60 años son quienes sufren más caídas mortales.
Cada año se producen 37,3 millones de caídas cuya gravedad requiere atención médica.
Las estrategias preventivas deben hacer hincapié en la educación, la capacitación, la creación de entornos más seguros, la priorización de la investigación relacionada con las caídas y el establecimiento de políticas eficaces para reducir los riesgos.
Las caídas son sucesos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en el suelo o en otra superficie firme que lo detenga. Las lesiones causadas por las caídas pueden ser mortales (1), aunque la mayoría de ellas no lo son. Por ejemplo, en la población infantil de la República Popular China, por cada defunción debida a una caída se dan cuatro casos de discapacidad permanente, 13 de hospitalización superior a los 10 días, 24 de hospitalización durante 1 a 9 días y 690 de ausencia laboral o escolar o solamente necesidad de atención médica.
¿Cuál es la magnitud del problema?
Las caídas son un problema importante para la salud pública en todo el mundo. Se calcula que anualmente se producen 684 000 caídas mortales, lo que convierte a este problema en la segunda causa mundial de defunción por traumatismos involuntarios, por detrás de las colisiones de tránsito. Más del 80% de las defunciones relacionadas con caídas se registran en países de ingresos medianos y bajos; de ellas, el 60% se producen en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental. Las mayores tasas de mortalidad por esta causa corresponden a los mayores de 60 años en todas las regiones.
La edad
La edad es uno de los principales factores de riesgo de sufrir caídas. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de morir y de sufrir lesiones, y el riesgo en este grupo aumenta con la edad. En los Estados Unidos de América, de un 20% a un 30% de las personas mayores que se caen sufren lesiones de moderadas a graves, tales como contusiones, fracturas de cadera y traumatismos craneoencefálicos. La magnitud del riesgo puede depender, al menos en parte, de los trastornos físicos, sensitivos y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como de la falta de adaptación del entorno a las necesidades de la población de edad avanzada.
El sexo
Ambos sexos corren riesgo de sufrir caídas en todos los grupos etarios y todas las regiones. Las mujeres de edad y los niños pequeños son especialmente propensos a sufrir caídas y a que estas revistan más gravedad, si bien, en todo el mundo, las tasas de mortalidad y los AVAD perdidos son sistemáticamente más altas en los varones. Ello podría deberse a que estos adoptan más frecuentemente comportamientos de riesgo y a que tienen trabajos más peligrosos.
Estos factores de riesgo son:
el trabajo en alturas o bajo condiciones peligrosas;
el consumo de alcohol o de sustancias;
los factores socioeconómicos tales como la pobreza, la alta densidad de hogares, la monoparentalidad y la corta edad de la madre;
las enfermedades subyacentes, como los trastornos neurológicos, las cardiopatías u otras afecciones discapacitantes;
los efectos secundarios de los medicamentos, la inactividad física y la pérdida del equilibrio, principalmente en las personas mayores;
los problemas cognitivos, visuales y de movilidad, sobre todo en las personas que viven en establecimientos como las residencias de ancianos o los centros de atención a pacientes crónicos;
la falta de seguridad del entorno, en particular en las personas con problemas de equilibrio o de visión.
Prevención
Hay numerosas intervenciones para prevenir las caídas durante todo el curso de la vida:
Para los mayores
Ejercicios para mejorar la marcha y el equilibrio y entrenamiento funcional.
Práctica del taichí.
Evaluación de la vivienda y modificación de su diseño.
Reducción o eliminación del consumo de psicótropos.
Intervenciones multifactoriales, como evaluaciones individuales del riesgo de caídas, seguidas de intervenciones y derivaciones médicas en función de los riesgos detectados.
Suplementos de vitamina D para personas con deficiencia de esta sustancia.
Además de las intervenciones mencionadas, hay otras que se considera prudente tener en cuenta :
Entorno favorables y accesibles.
Las limitaciones en la actividad ( o Discapacidad clasificadas por la OMS ) que requieren de la ayuda de otras personas para realizar las actividades de la vida cotidiana. Es asi que el 28% de las personas mayores de 65 años y mas presentan algun tipo de discapacidad. siendo mayor para mujeres 62% que para varones 48% .
Las discapacidades mas frecuentes son motrices, en segundo lugar las visuales y en tercer lugar, las auditivas.
Por ello la accesibilidad es fundamental para participar de una vida plena con autonomia.
La atencion domiciliaria : personas capacitadas para el cuidado en el domicilio de las personas mayores.
Las ayudas tecnicas: bastones, muletas, etc
Disminucion de barreras arquitectónicas: son obstaculos que se presentan en el entorno . Por ejemplo:
- pisos rotos , resvaladizos o con desnivel
- pasillos, escaleras o rampas inadecuadas
- la falta de pasamonos en los pasillos, escaleras o rampas.
- cables sueltos.
- herrajes de dificil accionar
- la escasa, mala o nula iluminación.
- mala ventilacion en los baños.
- inadecuada altura de artefactos sanitarios.
- entre otros
Adaptacion del entorno.
Fuente:
OMS
Manual Accesibilidad al medio fisico para Adultos Mayores. Ministerio de Desarrollo Social Presidencia de la Nacion Argentina.
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