
La Gerontología puede ser entendida como una disciplina de las ciencias sociales que aborda a las personas mayores, la vejez y el envejecimiento como construcciones sociales compuestas por elementos de índole bio-pisco-social. Así pues, la Gerontología Social. Calderón (2013) señala que:
Está, especialmente dedicada al impacto de las condiciones socioculturales y ambientales en el proceso de envejecimiento y en la vejez, en las consecuencias sociales de ese proceso, así como las acciones sociales que puedan interponerse para mejorar los procesos de envejecimiento. (2013).
Si bien la Gerontología no es una ciencia exacta y enfrenta las ambigüedades y de toda la cuestión social, que en muchas ocasiones se ve denida por el entorno y contexto de los sujetos a quienes estudia; es una disciplina que se traduce en un área potencial de intervención profesional para las y los trabajadores sociales debido a la transición demográca que está teniendo lugar en el mundo entero; a los avances tecnológicos mediante los cuales ha sido posible extender la duración de la vida; la serie de necesidades sociales no atendidas plenamente por el sector público, así como a la aceptación internacional de los Derechos Humanos de las personas mayores y su defensa como medio para mejorar la calidad de vida integral de la población mayor.
Es importante también distinguir una diferencia disciplinar sustancial entre la Geriatría y la Gerontología con la finalidad de no reproducir lagunas en el conocimiento. La Geriatría es el ámbito de la medicina que se ocupa de las situaciones de salud (primordialmente física, aunque no exclusivamente) que se relacionan con la persona mayor ya entrada en la vejez, mientras que la Gerontología es la disciplina de las ciencias sociales que se ocupa de otras esferas de la vida de la persona mayor y que se centra en el estudio del envejecimiento (como proceso de vida) y en la vejez (como etapa del ciclo vital humano).
La diferencia entre ambas disciplinas permite acotar conceptualmente los objetos y sujetos de estudio de la Gerontología Social para tener claridad al identicar:
- Que no existe una persona mayor “típica” ni una única manera de ser viejo o vieja, así como de envejecer.
- Que el envejecimiento es un fenómeno multidimensional que se ve modicado por las capacidades y las necesidades de las personas mayores, así como por la interacción de diversos factores de naturaleza externa al sujeto.
- Que la visión gerontológica desde el Trabajo Social implica reconocer las circunstancias de los sujetos, las condiciones externas y las posibilidades de cambio de esa realidad a través de una visión interdisciplinaria de frente al ejercicio profesional.
- Enfermedades no transmisibles.
- La urbanización y la concentración de la población en las ciudades.
- Contextos de pobreza y enfermedad.
- Presencia de discapacidad.
- Multimorbilidad.
- Síndrome de Fragilidad.
- Derechos de las personas adultas mayores (PAM´s).
- Desarrollo de trabajo investigativo multi e interdisciplinario.
En cuanto a la presencia de discapacidad, hay que reconocer la complejidad de las múltiples interrelaciones que se vinculan con la salud como componente amplio y determinante en la calidad de vida de las personas, más aún en la vida de las personas mayores.
Entre otros elementos de importancia suprema para la presencia de algún tipo de discapacidad, se encuentran las capacidades físicas y mentales y en el funcionamiento de la persona mayor. Es preciso tener en consideración los cambios siológicos y el aumento en el riesgo de padecer enfermedades crónicas, así como el hecho de que, como parte del proceso de envejecimiento normal del cuerpo “…las grandes cargas de la discapacidad y la muerte sobrevienen debido a la pérdida de audición, visión y movilidad relacionada con la edad y a las enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas, el cáncer y la demencia”. (OMS, 2015, p. 28).
En algunas personas mayores, es posible controlar fácilmente la hipertensión arterial con medicamentos, mientras que en otras hacen falta múltiples tratamientos, con efectos secundarios considerables. Del mismo modo, las personas mayores que padecen deciencias visuales relacionadas con la edad pueden conservar el pleno funcionamiento con la ayuda de lentes, pero sin ellos tal vez sean incapaces de realizar tareas sencillas, como leer o preparar alimentos.
Dos de los indicadores médicamente visibles que reportan algún tipo de afección en la esfera de la salud física de las personas mayores son: la fuerza de prensión y la velocidad de la marcha. Indicadores que se relacionan con la presencia del Síndrome de Fragilidad que es (en términos muy sencillos), la pérdida de capacidad de respuesta del cuerpo frente a una amenaza de salud.
Desde este modelo de envejecimiento, las capacidades y habilidades del individuo para resistir, recuperarse y adaptarse al cambio, son fundamentales y permean la manera en cómo se llega a la vejez.
Bajo el paradigma del Envejecimiento Saludable, las y los profesionales en Trabajo Social tenemos la posibilidad y el reto de incidir entre otras cosas en las siguientes.
- La promoción en todo momento de que las personas mayores sostengan un rol social que les dé identidad y sentido de pertenencia, desde los grupos más íntimos y micro sociales, hasta espacios de participación en incidencia sociales.
- El fomento de redes de apoyo social que con base en interacciones sociales respetuosas, empáticas y sanas, sean la pauta para generar relaciones intergeneracionales signicativas y de reconocimiento mutuo.
- Favorecer en todo momento y en reconocimiento de las circunstancias de cada persona, la autonomía e independencia de la persona, tanto en la toma de decisiones sobre su persona como sobre sus bienes.
Reconocer el marco normativo relativo a las personas mayores es de suma importancia debido a que como profesionales de lo social hemos de considerar en todo momento y toda propuesta los mecanismos de exigibilidad que existen para operacionalizar las estrategias diseñadas bajo el amparo de las leyes y en concordancia con el pleno ejercicio de los derechos de las personas para y con quienes trabajamos en la modicación de las diversas realidades que afectan a la sociedad.
La mas importante: La Convencion Interamericana sobre la Proteccion de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Aprobada el 15 de junio de 2015 en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y firmada por cinco países de América Latina en el mismo año (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay, y en 2016 por Bolivia), esta Convención es el instrumento jurídico de mayor avance en materia de defensa, promoción, visibilización y exigencia de los derechos humanos de las personas mayores. Ley Nacional en Argentina n° 27.360
Bibliografia: Pérez Quintero, A. L. D. C. y Zamora Carrillo, E. (Coord.) (2021). Introducción al quehacer profesional de trabajo social en el ámbito gerontológico: (1 ed.). Ciudad Universitaria, CDMX, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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