jueves, 11 de julio de 2024

Cómo Afectan el Frío Polar y las Bajas Temperaturas a las Personas Mayores

 


Una ola de aire frío está impactando fuertemente en Argentina, Chile y Uruguay. En el caso de Argentina, casi todas las provincias experimentaron una mañana bajo cero el miércoles 10 de julio. Este fenómeno de frío polar puede tener un impacto significativo en la salud de las personas, especialmente en las personas mayores, quienes están dentro de los grupos de mayor riesgo.

A medida que envejecemos, nuestra capacidad para producir calor a partir de la grasa almacenada en el cuerpo disminuye, lo que nos hace más susceptibles al frío. Según Carolina Díaz, especialista en geriatría y gerontología, las personas mayores pueden perder su capacidad de adaptación al frío extremo con el tiempo. Además, Miguel Acanfora señala que el frío es especialmente peligroso para quienes padecen enfermedades como diabetes, obesidad, o inmunocompromiso.

Para prevenir el impacto del frío, las personas mayores deben estar al día con las vacunas de la gripe, contra el neumococo y COVID. Además, es crucial consumir una dieta rica en verduras, legumbres, frutas y líquidos. Dentro del hogar, se debe mantener una calefacción adecuada y una ventilación constante. Al salir, es recomendable usar múltiples capas de abrigo de algodón.

El Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos advierte que las personas mayores son más propensas a ser afectadas por el frío debido a los cambios fisiológicos que acompañan el envejecimiento. La hipotermia, las caídas en superficies congeladas y las lesiones por congelación son algunos de los peligros asociados con el frío extremo.

Investigadores de la Universidad de Yale y de la Universidad de California en San Francisco han encontrado que la disminución de células inmunitarias de la grasa en personas mayores reduce la capacidad del cuerpo para mantener el calor. Aunque la estimulación de nuevas células ILC2 en ratones envejecidos puede restablecer el calor corporal, también puede aumentar la vulnerabilidad a la muerte inducida por el frío.

Para evitar las consecuencias negativas del frío, las personas mayores deben tomar precauciones como consultar el pronóstico del tiempo, evitar salir si hace mucho frío y usar sombreros, bufandas, guantes y capas de ropa abrigada. También es importante prevenir la intoxicación por monóxido de carbono al usar calefacción. Mantenerse bien abrigados y en un ambiente cálido es esencial para protegerse del frío extremo.

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