Depresión: son cada vez más jóvenes los que piden ayuda

Tienen entre 18 y 30 años. El 55% son varones. La falta de empleo, el gran problema.


En los últimos años comenzó a cambiar el perfil de las personas que piden ayuda para salir de la depresión. Son más jóvenes, tienen entre 18 y 30 años, y la principal causa es la crisis económica. Dos décadas atrás, quienes más consultaban por este mal eran los adultos, de 35 años en adelante, y en su mayoría mujeres.

Las estadísticas de la Fundación Mendizábal -una entidad sin fines de lucro creada en 1988, dedicada a la lucha contra la depresión-, indican que en la franja de edad de 18 a 30 años, el 55% de los pacientes son hombres. ¿Cuáles son los principales motivos de las consulta? La falta de trabajo (33%), despidos (32%), violencia laboral (15%), crisis vocacional en la elección de una carrera (10%), crisis de pareja (8%), no saben qué hacer de sus vidas (2%).

Los datos surgen de una muestra de 1.000 pacientes que se atendieron en la Fundación en los últimos tres años: entre febrero de 2006 y febrero de 2009.

Eleonora Aserbi, psicóloga y coordinadora de la Fundación explica a Clarín que "la imposibilidad de combinar horarios para trabajar y estudiar, poder irse a vivir solo y tener espacios de ocio son algunas de las cuestiones que empiezan a generar frustraciones en los jóvenes y terminan en cuadros depresivos".

"Hoy el estrés laboral (porque falta trabajo o porque es malo) está a la orden del día. Y cada vez afecta a personas más jóvenes", señala el especialista en psiquiatría, Roberto Carlos Rodríguez. "Con contratos temporales de tres a seis meses con bajos sueldos, los jóvenes se sienten descalificados; cumplen con obligaciones, no sienten placer por lo que hacen y les pesa, además, la carga social de no poder independizarse económicamente para ir a vivir solos". La psicóloga apunta que si el trastorno se aborda rápidamente con un tratamiento psicoterapéutico, en muchos casos se evita la indicación de psicofármacos. "En las terapias, también surgen crisis internas y mandatos familiares que no se pueden sostener", describe.

"Los jóvenes se sienten cada vez más exigidos y pasan muchas horas trabajando. Es un fenómeno mundial, que llamamos 'trastorno adaptativo': produce síntomas físicos como contracturas, cefaleas, mareos, dolor gástrico, ansiedad, insomnio y depresión", enumera Rodríguez.

Cada caso es abordado por un equipo integrado por médicos clínicos, psiquiatras, psicólogos y neurólogos. En la Fundación estiman que por semana asisten a unas 500 personas. La atención es de lunes a sábados y tratan de sostenerse con los ingresos de los bonos que los pacientes pueden pagar: no hay aranceles fijos; se pactan en cada caso. Sus teléfonos son 4813-7722 y 4816-0531 y su página web: www.fundacionmendizabal.org.
Por: Graciela Gioberchio
Fuente:www.clarin.com.ar
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